No les parece una oportunidad de hacerlo lo mejor posible, de ser sabio sin darte cuenta, de facilitar un camino sin rumbo definido, de ver el límite, de ser feliz.
Incluso no leen las contraindicaciones de su prospecto, los riesgos, los momentos que se supone que estamos preparados para afrontar.
Creo que es más bien una prueba de ser fuerte, y la mejor oportunidad que tenemos que conseguir de ella, sin niguna clase de miedo, es acabar conociéndonos a nosotros mismos.
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