
Tengo una mala noticia: estamos atrapados.
Desde la primera bocanada de aire que respiramos ya estamos sintiendo el paso del tiempo, ya arden en nuestras entrañas las ganas de avanzar: que llegue el fín de semana, que acabe ya esta clase, que nunca termine el mes de agosto...
Un poco injustos, y algo ignorantes.
Da igual que perdamos el reloj cuando se acerca el verano y que retrasemos el despertador todas las mañanas. De nada sirve contar las horas, ni arrancar hojas del calendario porque es algo real, algo que duele, que oprime, que da dolores de cabeza y que constantemente escucha nuestras súplicas.
A las personas les cuesta admitir que es algo tan poderoso que no podemos dominarlo, pero lo cierto es que mide nuestras vidas...
Y ahora tengo una buena noticia: "atrapado" no significa "jodido".
No le eches un pulso, que te gana...
No le desafíes, porque corre...
No intentes atraparlo, porque escapa.
Hicimos una tregua, y ya veremos si nos llevamos bien.
Cuando esté con él, ¡te paras!
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