Si algo significa Septiembre es nostalgia. Se asoma el primer contacto con el frío, no solo el del otoño sino también el de la ausencia. Y yo que me agarro tanto a los buenos momentos, a las bandas sonoras que pasan por la vida, a las buenas personas que estás disfrutando ahora no sé de qué manera soltarlas.
Guardo con cariño de este verano un montón de atardeceres, noches de estrellas infinitas y luces que brillan. El olor del mar y las primeras pisadas en la arena, perderme por calles desconocidas y las noches de verano. Esas noches que no tienen prisa, ni ganas de soñar, sólo de vivir.
Llega el remolino de recuerdos, que a veces te hace volar, y otras te tira al suelo y te despeina y te deja durante unos segundos con la impotencia de no poder levantarte.




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