lunes, 23 de septiembre de 2013

con los pies del otro lado




Os digo una cosa: el verano es un surtidor de posibles imposibles. Hay que dejarse de "peros", y dar paso a los "¿por qué no?".



El microbloging me está afectando tanto que ya no sé escribir algo que ocupe más de 140 caracteres... 

Es mentira, crecer implica que el mundo te va pareciendo tan complejo a veces que ya no sabes cómo describirlo. Por el momento me  valgo de fotos: dame un atardecer rosado, una noche de estrellas infinitas y dos vidas ajenas al movimiento de una gran ciudad y seré un poquito más feliz.

Creo que voy a optar por un proceso inverso que facilite todo lo que veo, lo que siento y lo que descubro. Ir simplificando la felicidad con el tiempo, es al fin y al cabo la mejor manera de vivir.

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