Veo como este 2015 trae consigo un "lo siento" anticipado.
Porque va a haber dudas, de esas que se agarran al estómago hasta que se convierten en vacíos.
Vendrán cogiditas de su mano noches sin dormir, y abrazos rotos... horas largas de comeduras de tarro, algún que otro beso sin sabor.
Me gustaría para este año tener los adioses contados... alérgica a las despedidas y una auténtica novata para olvidar, en fin, que no los llevo nada bien.
Casi seguro, que vas a dejar pequeñas heridas que chirrían en el momento más inoportuno y te piden a gritos que las escuches, que intentes entenderlas y dejes de taparlas y echarlas alcohol.
Supongo que alguna lágrima, o muchas, o las que necesite.
Y yo que voy a ir preparándole un "gracias" también...
...por las nuevas lecciones, las nuevas certezas. El calor de los abrazos que quieran aparecer, las noches preciosas en las que no voy a dormir porque no quiera.
Esos dolores de tripa de reír, las ganas de que llegue el día siguiente. Palabras de confianza que me gusta grabar en la memoria para cuando las fuerzas sean más flacas, y miradas nuevas de las que aprender.